domingo, 28 de febrero de 2021

Tus Expectativas no sin Expectativas

 

Es difícil plantearnos esta cuestión en términos objetivos, ya que la primera posibilidad en la mayoría de los casos sería negar tal suposición, afirmando que efectivamente reconocemos lo que cada uno quiere para su vida, que uno es libre de vivir según estime conveniente, entre variadas respuestas dependiendo el estilo de cada uno. Sin embargo, debemos asumir que no es así, y oportunidad que tenemos de inmiscuirnos en la vida de los demás (sobretodo si se trata de nuestros vínculos más próximos) la aprovechamos para dar rienda suelta a nuestras opiniones, sin que estas reflejen necesariamente el deseo de la otra persona.

Las expectativas, aquellas que representan nuestras esperanzas de conseguir algo, están siempre al acecho de cualquier acción que emprendemos. No es dañino bajo ningún precepto que nosotros tengamos expectativas sobre nuestro futuro, ya que son estas las que van moldeando nuestras acciones y las experiencias que vivimos a lo largo de la vida.

Para entender lo anterior, imaginemos a una niña que quiere convertirse en cantante y desde su corta edad demuestra sus dotes vocales. Ella espera desde pequeña cautivar con su dulce voz a las personas que escuchen sus canciones y cada actividad que realiza apunta a lograr ese objetivo. Instancia que tiene para poner a prueba su calidad vocal la utiliza como catapulta para impulsar este sueño. Con cada vez que su voz se transforma en melodía, ella inconscientemente va construyendo este camino. Luego de esto, su voz comienza a circular dentro del mundo artístico y gusta a aquellos que captan el talento de personas como ella y le dan la oportunidad de llegar a más personas, donde a estas alturas su mundo gira sobre la música, la que terminó convirtiéndose en su mayor pasión.

Esta niña, como muchas más personas, logran materializar sus metas, no solo gracias al talento innato, sino que también se debe a que la práctica y disciplina lo cultivan diariamente. Pero lo más importante de todo, es que su entorno actúa como un importante agente que permite el desarrollo de esta capacidad, gracias al reconocimiento de su individualidad y de que estas habilidades deben ser explotadas para lograr la plenitud en la persona.

Sin embargo, aunque deseemos que estas historias fueran replicadas en todos los seres humanos que viven actualmente, no es del todo así, ya que el asunto se ennegrece cuando creemos que nuestras expectativas deben estar por sobre las demás, anulando cualquier opción que se nos escapa de nuestro campo de visión, o bien por creer erróneamente que se tratan de aspectos superfluos. La trayectoria del camino de cada persona debe estar marcada según las propias expectativas y no contaminarse por dictámenes externos que buscar estandarizar nuestras actividades, en pro de un mejor futuro colectivo, lo que ha demostrado no ser del todo cierto, ya que, como vemos en repetidos momentos, existen personas que jamás han podido dar luz verde siquiera a uno de sus deseos, lo que se traduce en una profunda infelicidad y merma nuestras ganas de vivir.

Para lograr avanzar por esta vía, les mostraré una alternativa de aprendizaje que puede ser de utilidad no solo para ustedes, sino que para quien pueden estar atormentando actualmente con sus opiniones de sobre cómo debe configurarse el mundo. Recíbelo como un intento de probar algo distinto, más que como una solución a tus problemas.

Enfocar tus energías: nosotros somos seres conscientes de nuestras acciones y que estas implican la movilización de una serie de factores que implican el uso de energía. Si bien es cierto, esta energía no la vemos, ni la palpamos, somos capaces de sentirla, por lo que existen en este mundo de alguna manera. Cuando somos capaces de concentrarnos en nuestros deseos y en lo que queremos, dejando de lado lo demás, nos percatamos de lo poderosas que son nuestras acciones, por lo que, podemos decir que, poner nuestras expectativas en otros es dirigir de manera equívoca nuestra energía.

Singularidad: es importante reconocer que nuestras creencias, actitudes, preferencias y todo lo relacionado a nuestro ser, es un punto diminuto en este vasto mundo de posibilidades. Cada persona que pisa este mundo configura el mundo propiamente tal y lo hace bajo sus premisas, cuestión que debemos respetar constantemente. Si guiamos nuestras actitudes hacia ese reconocimiento, la convivencia como especie claramente mejoraría, ya que nos centraríamos más en vivir nuestra propia vida, dejando de lado el “debería ser de esta manera”.

Múltiples habilidades: la gracia de esta vida es que poseemos un repertorio casi infinito de capacidades que se pueden explotar y mejorar finalmente nuestro mundo. Las personas que decidieron centrarse en cumplir sus expectativas, por muy contrariadas que hayan sido en relación con la de los demás fueron aquellos que aportaron de mayor forma a entregarnos herramientas o formas de hacer las cosas más sofisticadas.

Es nuestro compromiso con nosotros mismos, elegir (metafóricamente hablando) el libro que queremos leer de la enorme biblioteca de la que tenemos que sacarlo. No siempre será fácil vivir según nuestras propias expectativas, menos aún intentar exponerlas en los demás. Al menos yo, con todas las vivencias de mi vida, me atrevo a decir responsablemente que el objetivo que elijas estará lleno de baches que no solo están para impedir tu paso, sino que están para darnos la experiencia necesaria para seguir transitando por donde queremos. Por eso, a partir de ahora, vive tu propio camino y no seas un obstáculo en el de los demás.



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